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Hija de Dulce habló mal de una amigo de su madre en audios filtrados y esto es lo que le pasará

La hija de Dulce enfrenta una demanda por difamación tras la filtración de audios donde acusa a un amigo de su madre de graves delitos.

Por Estefanía Garcés

Dulce y su hija

El escándalo que rodea a Romina Mircoli, hija de la fallecida cantante Dulce, sigue creciendo. Tras la difusión de audios donde la joven lanza acusaciones muy graves contra Francisco Cantú, amigo cercano de su madre, la situación se ha vuelto insostenible.

Acusaciones que cimbran los cimientos

En los audios filtrados por Gustavo Adolfo Infante, Romina Mircoli no solo cuestiona la relación que mantenía su madre con Francisco Cantú, sino que lo acusa de graves delitos, entre ellos, haber mantenido una relación sentimental con Dulce y, lo más grave, de haberla contagiado de VIH/SIDA. Estas acusaciones han generado una gran conmoción y han puesto en jaque la reputación de Cantú.

Ante estas graves imputaciones, Francisco Cantú ha decidido tomar acciones legales contra Romina. En una reciente entrevista, el amigo de Dulce aseguró que las acusaciones son falsas y que nunca ha mantenido una relación sentimental con la cantante. Además, se someterá a pruebas médicas para demostrar que no porta el virus del VIH.

Un duelo que se torna en batalla legal

El duelo por la pérdida de Dulce se ha visto ensombrecido por esta disputa legal. La familia de la cantante se encuentra dividida, y las acusaciones cruzadas han generado un ambiente de gran tensión.

Mientras Romina sostiene que está defendiendo la memoria de su madre, Francisco Cantú asegura que solo busca limpiar su nombre y proteger su reputación.

El impacto mediático

Este caso ha acaparado la atención de los medios de comunicación y las redes sociales, donde se ha generado un intenso debate. Los usuarios se han dividido en dos bandos: quienes apoyan a Romina y quienes consideran que sus acusaciones son infundadas.

Las consecuencias legales

Las acusaciones de difamación y daños morales son delitos graves que pueden acarrear penas de prisión y multas económicas. Además, las acusaciones relacionadas con el VIH/SIDA pueden ser consideradas un delito de odio.

Un llamado a la reflexión

Este caso nos invita a reflexionar sobre la importancia de la verdad, la responsabilidad de nuestras palabras y el respeto por la dignidad de las personas.

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